Chicos, chicas, nenes, bebés, salvajes, etc. Sé que voy retrasada con la historia por culpa de mi gran imaginación. Disfrútenlo y disculpen los errores ortográficos...
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Si más bien recuerdo, un héroe nace cuando ve la injusticia que provoca alguién que está cercano a el, ¿o no? Pues, esta es la historia del "pequeño" erizo azul, que ahora es la mascota OFICIAL de una empresa de juegos de vídeo... Espero que la disfruten... Con cariño Cril Aura
"Blue Lightning" dijo entre susurros aquel ser humano con cuerpo un poco tan deforme, que estaba en la oscuridad, viendo el crecimiento de aquel erizo que algún sería azul como el rayo, como el que cae del cielo cuando un ser dios está enojado con la violación de una de sus leyes... Aquel ser humano se llamaba Ivo Robotnik, había hecho algo igual que uno de sus familiares, pero lo que el no pudo alcanzar fue algo a lo que su abuelo llamaba "perfección"...
-Faltan algunos meses para que este pequeño salga de aquí...
Y así fue, el pequeño entró a lo que se llamaba "Mobius" y creció junto con robots, inventos y experimentos, viendo que todo era una fantasía robótica y un sueño, ya que Ivo le daba todo lo que el quería... pasaron 4 años para que el pequeño tomara aquel azul que Ivo tenía en descripción en años anteriores... Cuando Ivo decidió que era el tiempo de que el pequeño practicara de las habilidades que el le había otorgado, no pudo creer fácilmente lo que el hacía... A pesar de que el aún no hablaba, corría a la velocidad de la luz y dejaba un rastro del mismo color que su cuerpo, pero, como dice una de las leyes de la física "a toda acción hay una reacción" se detenía por el ardor que sentía en la planta de los pies gracias a aquellos zapatos que en ese momento tenía puesto... Viendo esto Ivo, con cariño, le regaló unos tennis rojos con una hebilla que agarraba una franja blanca...
-Toma pequeño, - dijo el doctor - es para que al correr, tus pies no se friccionen con el piso
-¿Qué es friccionar? - preguntó el pequeño, como sus primeras palabras
-¡Esto es impresionante! - gritó de emoción Ivo - tus primeras palabras son como la perfección del mismo DIOS
-No es para tanto papá, eh hablado muchas veces, tratando de que aquellas personas de metal me contesten - señaló hacia los robots
-Hijo, ellos jamás te iban a contestar, no estan vivos, como tú y yo
Al oír eso, el pequeño se miró las manos y luego sus púas, y después miró a Ivo... Se puso los tennis que el le había dado y salió corriendo a traer un pequño artefacto. El doctor, ante la reación del pequeño, estubo confundido un pequeño tiempo, ya que el pequeño no tardó demasiado tiempo en buscarlo...
-¿Por qué tu y yo somos tan diferentes papá? - preguntó el erizo
El doctor no supo que contestarle al pequeño, pero en un par de minutos, tuvo una idea en la que el talvéz no sospecharía, aunque parecía despiadada y fría...
-Tu y yo somos diferentes porque no eres mi hijo de sangre, si lo fueras, serías igual de feo que yo
-Jajajaja, papá, eres un gran mentiroso, tu y yo somos diferentes porque nadie es igual - sonrió el erizo
El pequeño abrazó a lo que el llamaba "papá" e Ivo vió que no hubo una reacción negativa ante aquella mentira-verdad, pero, al sentir aquel abrazo, se sintió querido, por primera vez en su vida...
Dos años después...
Cuando Ivo pensó que ya era tiempo de regresar a su profesión de maldad, tenía un grave problema... ¿cómo haría para que su "hijo" no sospechara de esto? Encerrarlo no era muy buena opción, pero si hacerle creer que lo que el hacía era bueno... Llamó al erizo, que jugaba con un pequeño perro robot.
-¿Me hablaste papá? - dijo contento, tomando al perro como un oso de peluche
-Claro, ven acá pequeñito- cargó al erizo y lo subió a sus piernas - ¿ves todo eso? - sañaló la pantalla
-Claro, ¿qué pasa con eso? - preguntó confuso
-Todo lo que vez aquí está hecho de maldad y yo tengo el deber de acabar con eso
-Papá, lo que haces está mal, no todos son malos - sonrió
Escuchando la inocente voz del niño, se dió cuenta de algo, el tenía conocimiento del bien y del mal, así que sería inútil decir eso.
-Pero, mi pequeño azulito, no todos son buenos, ese reino, el que vez en la tele, es el reino más malo de todos
-Pero también hay gente buena
La mirada verde del niño penetraba el alma de Ivo, pero eso hizo que el tomara medidas tragicas: Tomo al pequeño con violencia y lo encerró en un cuarto oscuro, y la reacción fue la siguiente: el niño de unos 8 años de edad pateo y golpeo la puerta y, entre el llanto, no comprendía porqué su padre le hacía esto...
-¡Papá, sácame de aquí, tengo mucho miedo a la oscuridad!
Pero no hubo una contestación... Pasaron unos minutos y el recordó lo que Ivo le había dicho años atrás: "Tu y yo somos diferentes porque no eres mi hijo de sangre, si lo fueras, serías igual de feo que yo"... entonces, entre el miedo y las lágrimas, tomó coraje, y corrió a toda velocidad para derrumbar aquella puerta de metal... "Increíble" pensó el pequeño.
-Donde sea que estés, te buscaré malvado ser... - dijo el niño y salió corriendo, en busca de aquel reino que su enemigo le había mostrado
Teniendo en cuenta aquel sentimiento de culpa, estaba Ivo con su ejercito de robots, preocupado por el niño, pero, al llegar, lo encontró a las afueras del reino...
-¡Hey tú!
-¿Me hablas a mi pequeño?
-¡Si tú, ahora en adelante me llamarás Sonic The Hedgehog, Eggman!
Ese nombre le dolió al doctor, pero sabía que se lo merecía, no contesto, solo oprimió un botón y los robots empezaron a destruir todo hacia su alrededor, pero, nuestro pequeño héroe de apenas unos 8 años de edad, salvó a la ciudad, dejó atrás los robots destruidos y no volvió a hablar hasta conocer a Tails y a sus demás amigos... Pero quedó en su conciencia su infancia y su creador, el cariño que tuvieron por varios años... a veces el se pregunta "¿Por qué no hace el bien, cómo yo?" ...
FIN :D
